A partir de los 45 años, las revisiones prostáticas deben convertirse en un hábito de prevención

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«Un control periódico permite detectar alteraciones a tiempo y evitar complicaciones», explica el urólogo del Hospital Quirónsalud Vitoria, Josep Campá

Con motivo del Día Europeo de la Salud Prostática, el Hospital Quirónsalud Vitoria recuerda la importancia de la prevención y de las revisiones periódicas para garantizar una buena salud prostática, un aspecto esencial en la calidad de vida de los hombres, especialmente a partir de los 45 años.

El doctor Josep Campá, urólogo del Hospital Quirónsalud Vitoria, señala que los primeros signos de alarma suelen manifestarse en forma de síntomas urinarios: «Se puede notar una disminución del caudal, que el chorro urinario se corte, que haya que hacer esfuerzo para comenzar a orinar o que el flujo sea más flojo». Asimismo, el especialista destaca que la necesidad de levantarse varias veces por la noche para orinar, si antes no sucedía, también es un síntoma de alerta.

¿Por qué aumentan los problemas con la edad?
La próstata es una glándula que experimenta cambios ligados al envejecimiento y a factores hormonales. «A partir de los 40 o 45 años se producen variaciones hormonales que favorecen el crecimiento de la zona transicional de la próstata. En algunos hombres este crecimiento es mayor y puede generar síntomas más marcados, mientras que en otros es más lento», aclara el especialista.

Entre las patologías más comunes de la próstata se encuentran las infecciones, que suelen aparecer con mayor frecuencia en hombres jóvenes. La hiperplasia benigna de próstata (HBP) constituye, sin embargo, el problema más habitual: se trata de un crecimiento no maligno de la glándula que puede provocar dificultades para orinar. Por otro lado, el cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones y, en este caso, la detección temprana resulta decisiva para garantizar un mejor pronóstico.

Todas estas enfermedades no solo repercuten en la salud física, sino que también influyen de forma significativa en el bienestar diario y en la vida social de quienes las padecen. Por eso, las revisiones periódicas son fundamentales para detectar a tiempo cualquier alteración. La evaluación prostática incluye una entrevista clínica, cuestionarios de calidad de vida, exploración física y pruebas indoloras como ecografías o flujometrías.

En casos concretos, se pueden realizar estudios más específicos, pero la mayoría de las revisiones no generan molestias ni incomodidad. «Luego, si hay alteraciones, podrían haber pruebas mínimamente invasivas, pero en principio toda esa revisión se realiza con pruebas no invasivas», explica Josep Campá.

Superar el miedo
«Muchos hombres retrasan la visita al urólogo por miedo o vergüenza, pero el objetivo es mejorar su calidad de vida. Las revisiones son sencillas y pueden evitar complicaciones. Además, un diagnóstico precoz del cáncer de próstata supone una gran ventaja terapéutica», concluye el doctor Campá. Por ello, en este Día Europeo de la Salud Prostática, el Hospital Quirónsalud Vitoria anima a todos los hombres, especialmente a partir de los 45 años, a perder el miedo, acudir a revisión y apostar por la prevención como la mejor herramienta para cuidar de su salud.

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