Cada vez más aficionados a la cocina apuestan por materiales tradicionales como el hierro o el acero inoxidable, buscando más sabor, durabilidad y una forma de cocinar más auténtica
Durante años, las sartenes antiadherentes han sido las grandes protagonistas en los hogares españoles. Mientras en países como Francia o Alemania las sartenes de hierro o acero inoxidable formaban parte del menaje habitual, España seguía siendo un mercado muy centrado en el antiadherente, valorado por su comodidad y facilidad de uso.
Sin embargo, en los últimos tiempos esta tendencia está cambiando. Cada vez más aficionados a la cocina redescubren las sartenes sin antiadherente, fabricadas en hierro fundido, acero inoxidable o acero al carbono, materiales que ofrecen un mejor control del calor, permiten alcanzar altas temperaturas y proporcionan resultados más sabrosos.
Este cambio responde también a una mayor conciencia sobre la sostenibilidad y la salud. El uso de recubrimientos antiadherentes tradicionales ha generado preocupaciones medioambientales y de durabilidad, que han motivado a muchos consumidores a buscar alternativas más resistentes y con una vida útil más larga. Además, el hecho de tener que renovar las sartenes antiadherentes contribuye a un ciclo de consumo poco sostenible.
Según datos de la tienda online Claudia&Julia, una de las principales referencias en España en utensilios de cocina, las ventas de este tipo de sartenes han crecido de forma constante en los últimos años. Fundada en 2012, la empresa fue pionera en apostar por materiales tradicionales, mucho antes de que se pusieran de moda. Hoy, trabaja conjuntamente con marcas reconocidas y especialista en sartenes sin antiadherentes como De Buyer, Le Creuset o WMF, y lidera las ventas nacionales en estas categorías.
«No se trata de renunciar al antiadherente, sino de ampliar horizontes», explican desde Claudia&Julia. «Cada material tiene su función. El hierro o el acero permiten cocinar con más temperatura, conseguir ese dorado que tanto gusta y disfrutar de una sartén que nos acompañará durante muchos años».
El interés por las sartenes sin antiadherente también encaja en un cambio más amplio de los hábitos de consumo: más conciencia y más ganas de disfrutar del proceso. En definitiva, cocinar con utensilios de siempre, pero con una mirada más moderna y responsable.