Dr. Ramiro Trillo, jefe del servicio de cardiología intervencionista de Policlínica Gipuzkoa: «Las técnicas transcatéter han revolucionado el tratamiento de las enfermedades cardíacas en los últimos 15 años»

Visto 50 veces

Ramiro Trillo destaca «el impacto de esta especialidad en la mejora de la calidad de vida de los pacientes cardiológicos, evitando la cirugía abierta en muchos casos». «La implantación de válvulas aórticas (TAVIs) para la estenosis aórtica, el tratamiento de la insuficiencia mitral o la prevención del ictus en pacientes con fibrilación auricular, son algunos de los casos que más se han beneficiado de los avances en cardiología intervencionista»

«El trabajo en equipo de cirujanos cardíacos y cardiólogos intervencionistas es un punto a nuestro favor que nos diferencia, porque nos permite innovar y aplicar los últimos avances a cada paciente, buscando el mejor tratamiento, con el respaldo del cirujano cardiaco ante cualquier incidencia».

En opinión del cardiólogo intervencionista, Ramiro Trillo, jefe del servicio de Policlínica Gipuzkoa, «en los últimos 15 años, las técnicas de cardiología intervencionista han revolucionado el tratamiento de muchas enfermedades cardíacas que antes solo podían abordarse con cirugía abierta». Trillo destaca el hecho de que el servicio de cirugía cardíaca y de cardiología intervencionista de Policlínica Gipuzkoa es pionero por su trabajo en equipo y la incorporación de los últimos avances de forma permanente en el mundo del corazón.

Ramiro Trillo considera que «estas técnicas de cardiología intervencionista han revolucionado el tratamiento de las enfermedades cardíacas, especialmente en los últimos 15 años, permitiendo tratar algunas patologías del corazón de forma mucho menos invasiva, con una recuperación mucho más rápida y segura para el paciente, siempre con la garantía de que nos respalda nuestro servicio de cirugía cardíaca las 24 horas, para poder salir al rescate ante la menor incidencia, en nuestro quirófano híbrido, que permite la más estrecha colaboración entre cirujanos cardíacos y cardiólogos intervencionistas». Y añade, «el trabajo en equipo de cirujanos cardíacos y cardiólogos intervencionistas nos permite poder incorporar los últimos avances en implantes transcatéter y otras técnicas, actuando con la mayor seguridad, para poder ofrecer el mejor tratamiento en cada caso».

La estenosis aórtica, una enfermedad que estrecha la válvula aórtica e impide el flujo normal de sangre desde el corazón al resto del cuerpo, solía requerir cirugía cardíaca. Hoy en día, se puede tratar mediante la implantación de una válvula percutánea aórtica, conocida por el nombre de TAVI (Implante transcatéter de válvula aórtica). «A través de una pequeña incisión en la ingle se introduce un catéter que permite implantar una nueva válvula en el corazón, sin necesidad de abrir el pecho del paciente», explica Ramiro Trillo. Esta técnica ha supuesto un antes y un después, sobre todo para pacientes mayores o con alto riesgo quirúrgico.

Otra valvulopatía frecuente, especialmente en personas mayores, es la insuficiencia mitral, que aparece cuando la válvula mitral no cierra bien y provoca que la sangre retroceda en lugar de avanzar. «El clip mitral nos permite corregir este problema sin cirugía, introduciendo un clip a través de un catéter para fruncir la válvula y mejorar su cierre», detalla el especialista. El resultado es una mejora clara de los síntomas como la fatiga o la dificultad para respirar, con una intervención mínimamente invasiva.

Los pacientes con fibrilación auricular —una arritmia muy común— tienen mayor riesgo de formar coágulos en una zona del corazón llamada orejuela. Estos coágulos pueden viajar al cerebro y causar un ictus. Aunque el tratamiento habitual es la anticoagulación, no todos los pacientes pueden tolerarla. «En estos casos, podemos cerrar esa orejuela con un dispositivo colocado mediante catéter, reduciendo drásticamente el riesgo de ictus sin necesidad de medicación crónica», el doctor.

Recuperación rápida y menos riesgos
Una de las grandes ventajas de estas técnicas es la pronta recuperación del paciente. Mientras que la cirugía cardíaca requiere varios días de ingreso y cuidados intensivos, los procedimientos transcatéter permiten que el paciente esté en casa en 48 o 72 horas, con una incisión de apenas 3 o 4 milímetros en la ingle. Además, la mayoría de estos procedimientos se realizan con anestesia local y sedación ligera, sin necesidad de anestesia general, lo que los hace más accesibles para pacientes con pluripatologías o de edad más avanzada. Además, concluye Ramiro Trillo, «estas técnicas mejoran la calidad de vida del paciente casi de inmediato».

Valora este artículo. Gracias!

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies
You don't have permission to register