Qué es una ecografía y para qué sirve

¿Qué resultados se pueden esperar de una ecografía?

La ecografía es una técnica de imagen médica basada en el uso de ultrasonidos, ondas sonoras inaudibles, que permiten «visualizar» el interior del cuerpo.

Fácil de realizar e indolora, la ecografía es una de las exploraciones más utilizadas en la medicina. Suele utilizarse para buscar anomalías como malformaciones, tumores o quistes, y también se utiliza como guía visual para el médico cuando realiza biopsias u otras pruebas.

Si se detecta alguna anomalía, suelen ser necesarias más pruebas, en función del órgano afectado y del posible diagnóstico.


Ecografía para el cuerpo

La mayoría de las personas se han hecho una ecografía alguna vez en su vida, y no sólo las embarazadas. Aunque la ecografía del embarazo sigue siendo la más conocida, ¿En qué otros casos se debe realizar este examen? ¿Qué se puede ver en la ecografía? ¿Hay alguna contraindicación?.

La ecografía del embarazo se utiliza para controlar el correcto desarrollo del bebé en el útero. Pero la ecografía también es muy útil para observar el hígado, los riñones, el bazo, los senos e incluso las articulaciones. De hecho, este examen permite visualizar muchos órganos en tiempo real y en movimiento gracias a la emisión de ultrasonidos.


¿Cómo ayuda la ecografía a garantizar la buena salud del feto?

La ecografía se utiliza para un amplio abanico de indicaciones, ya que puede realizarse en cualquier parte del cuerpo: ecografía cardíaca, renal, pélvica, vascular, cerebral (ecografía transfontanelar del recién nacido), prostática, tiroidea, etc.

También es una herramienta esencial para el seguimiento del embarazo, ya que permite seguir el desarrollo del feto y detectar diferentes anomalías fetales.

En este contexto, generalmente se ofrecen de una a tres ecografías a las mujeres embarazadas:

  • La primera entre 11-13 semanas de amenorrea.
  • La segunda entre la semana 20 y 25.
  • La tercera entre 30 y 35 semanas.

La ecografía del segundo trimestre es un momento privilegiado para que las madres descubran a su bebé y sigue siendo una etapa esencial en la detección de malformaciones fetales.

Aunque la ecografía proporciona mucha información, no puede detectarlo todo. Hoy en día, se detecta aproximadamente el 60% de las malformaciones fetales en nuestro país, lo cual es una cifra excelente.

¿Cómo ayuda la ecografía a garantizar la buena salud del feto?


¿En que consiste el examen?

La ecografía consiste en exponer los tejidos u órganos a observar a las ondas ultrasónicas. Estas ondas «rebotan» en las distintas estructuras según su densidad, vuelven a la sonda que las interpreta y luego muestra una imagen en tiempo real en una pantalla.

El médico aplica primero un gel entre la piel y la sonda para garantizar una buena conductividad de los ultrasonidos (eliminando el aire) y luego pasa la sonda suavemente por la zona que desea explorar.

La ecografía se suele realizar de forma externa, pero también se puede realizar una ecografía interna para visualizar mejor determinados órganos (ecografía endorrectal, endovaginal, intraesofágica, etc.)


¿Cómo son los ecógrafos ?

Los ecógrafos son una cerámica piezoeléctrica situada en la sonda, cuando se somete a impulsos eléctricos, vibra y genera ultrasonidos. Estos ultrasonidos viajan por el cuerpo, en función de los tejidos que atraviesa, los ultrasonidos son absorbidos y devueltos a la sonda, que actúa como receptor. Esto se denomina eco, de ahí el término ecografía.

Los ecos registrados son firmas de los obstáculos encontrados por los ultrasonidos. La electrónica del ecógrafo amplifica y procesa estas señales para convertirlas en una señal de vídeo.

La imagen se realiza en niveles de gris según la intensidad del eco de retorno. Es importante saber que cada tejido puede ser penetrado de manera diferente. Por ejemplo, las estructuras sólidas, como los huesos, reflejan mejor los ecos, se verá una forma blanca con una sombra detrás.

Los líquidos con partículas, como la sangre, reflejan ecos pequeños. Por lo tanto, aparecerán en tonos de gris más o menos homogéneos. Finalmente, el resto de líquido no aparecerán como ecos, aparecerán en negro en la pantalla. Se habla de nódulos hipoecoicos.

Por lo tanto, el ecógrafo consta de una sonda que emite y recibe los ultrasonidos (llamada transductor) y un monitor de vídeo. La frecuencia a la que se emite la señal de ultrasonidos depende de la profundidad de los órganos y regiones que se van a visualizar.


Ventajas de los ecógrafos

En primer lugar, no hay contraindicaciones. La mayoría de las veces no hay inyección de productos, ni irradiación, ni claustrofobia.

La ecografía también se utiliza ampliamente para guiar determinadas muestras, como las biopsias. Además, se trata de un examen dinámico, es decir, a diferencia de un escáner en el que se ve una foto, la ecografía permite ver el movimiento de las estructuras, por lo que es obviamente interesante durante el embarazo.


¿Qué se puede ver en la ecografía?

Hay muchas indicaciones para la ecografía: hígado, riñón, mama, pero también corazón y articulaciones.

El precio de una ecografía es menor que el de un TAC o una resonancia magnética y no implica ninguna radiación. Es un buen examen de primera línea, que puede ser suficiente para establecer un diagnóstico.

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